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El llamado de Abraham

Del capítulo 1 al 11, el libro de Génesis ha tratado sobre la historia de toda la humanidad.  Pero a partir del capítulo 12, la historia se enfoca en una familia en particular: Abram y su descendencia.  Abram era originario de Ur de los caldeos (hoy, cerca de Kuwait), pero luego se asentaron en Harán con su padre y un hermano.  Pero de allí Dios lo llamó:

I  ABRAHAM  Y  SU BIOGRAFÍA.  Abraham (hebreo אַבְרָהָם,) es, para la religión, cristiana e islámica, el primero de los patriarcas postdiluviano del  pueblo de Israel y del  pueblo árabe. Su nombre significa ‘padre de muchos pueblos’ Dios estableció  un convenio con él, que incluía su deseo de convertirlo en el origen de un pueblo del que sería su Dios y al que le daría la tierra de Canaán   como posesión perpetua.

Abraham fue el padre de Ismael e Isaac, considerándosele según la tradición bíblica ser el fundador del  judaísmo. Jacob, hijo de Isaac y nieto de Abraham, tuvo doce hijos que fundaron las doce tribus de Israel. El pueblo judío se considera descendiente de  Judá y Benjamín, ambos bisnietos de Abraham. De la línea de  Judá descendieron los reyes David y Salomón. Judíos, cristianos y musulmanes perciben en Abraham al Padre de los Creyentes. (Fuente Wikipedia)

Tras la muerte de Taré, según relata el  Génesis  capítulo 12, cuando Abraham tenía 75 años,  Dios  le ordenó salir de su tierra e ir «al país que yo te indicaré», donde convertiría a Abraham y sus descendientes en un gran pueblo. De manera que Abraham emigró desde Harán, con Sarai y Lot, sus seguidores, sus rebaños, y viajaron hasta  Canaán, donde, en el encinar de Siquem, el Señor le dio tierra a él y su posterioridad. Allí Abraham construyó un altar dedicado al Señor y siguió viajando hacia el sur por el desierto de  Neguev .

Abraham baja desde Neguev a Egipto  (Gn 12: 10). Y es aquí donde aparentemente Abraham se da cuenta de que su esposa Saraí es hermosa ante los ojos de los hombres. Una vez allí los príncipes de Egipto codician a Sara. Abraham le dice a Sara que diga que es su hermana pues de lo contrario podría ser asesinado (Gen 12: 10-20). El faraón toma a Sara y trata a Abraham muy bien por causa de ella; se le dieron ovejas, ganados, asnos, asnas, siervos, siervas y camellos. Pero el faraón es maldecido por Dios. El faraón le reclama a Abraham (por ocultarle que Sara era su esposa) y ordena a sus hombres que devuelvan a Abraham a la frontera con su mujer y todo lo suyo. Abraham, Sara y su séquito salieron de Egipto.

La segunda vez, es con Abimelec. El gobernante en cuestión, Abimelec, se siente atraído por la esposa de Abraham, Sarai/Sarah e intenta casarse con ella. Como en la ocasión anterior, quienes la pretenden son maldecidos y descubiertos por el Señor y el gobernante termina dando a Abraham gran riqueza a cambio de que se retire.

En Génesis 14, Melquisedec es rey de Salem y Sumo Sacerdote. En el  Libro a los Hebreos  posiblemente escrito por el apóstol  Pablo, se aclara y profundiza, que el nuevo sacerdocio de los creyentes en  Cristo dejará de ser el judío (aarónico) y será al estilo simbólico de Melquisedec, quién apareciéndosele a Abraham (Hebreos 7:1,3) y participando del pan y del vino en aquel encuentro transcendental (Génesis 14:18),“porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote de Dios Altísimo, salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, a quien así mismo dio Abraham los diezmos de todo. Melquisedec significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. Es de considerar, pues, cuán grande era éste, Melquisedec, a quien aún Abraham el patriarca dio diezmos del botín”. Hebreos 7:1-4; En el relato del libro de Génesis, Lot no aparece en el encuentro con Melquisedec. Con esta ministración, Abraham refuerza su relación con Dios quien le bendice sobremanera.

Tras el período pasado en Egipto, Abraham, Sarai y su sobrino Lot, regresaron a  Hai  en Canaán. Allí vivieron durante algún tiempo, incrementándose sus rebaños, hasta que surgió la discordia entre los pastores de Abraham y los de Lot. Abraham entonces propuso a Lot que se separaran, permitiendo a Lot que eligiera en primer lugar. Lot escogió la fértil tierra al este del río Jordán  y cerca de Sodoma y Gomorra, mientras que Abraham vivió en Canaán, trasladándose al encinar de Mambré, cerca de Hebrón, donde construyó un altar al Señor.

Después de esto, una fuerza invasora desde la Mesopotamia septentrional, dirigida por Codorlaomor, rey de  Elam, atacó y sometió a las ciudades de la llanura, forzándolas a pagar tributo. Después de doce años, estas ciudades se rebelaron. Al año siguiente, Codorlaomor y sus aliados regresaron, derrotando a las rebeldes y tomando muchos cautivos, entre ellos Lot. Abraham reunió a sus hombres y persiguió a los invasores, derrotándolos cerca de Damasco. A su regreso se encuentra con el rey de Salem,  Melquisedec, quien lo bendice. El rey de Sodoma le ofrece a Abraham el diezmo de los bienes recuperados como recompensa, pero Abraham lo rechaza, de manera que el rey de Sodoma no pudiera decir «Yo he enriquecido a Abraham».

Durante esta época, Sarai, al ser estéril, ofreció a su esclava, Agar  a Abraham. Agar concibe pronto. Sarai, celosa, trata a Agar duramente, forzándola a huir. Cuando está en el desierto, el Señor se aparece a Agar (Gn 16:7) y le dice: “Vuelve a tu señora y humíllate bajo su mano”, pero prometiéndole que su hijo también será el padre de una «muchedumbre». Su hijo se llamó  Ismael,  considerado el padre de los ismaelitas  (beduinos  nómadas).

Cuando Abraham tiene noventa y nueve años de edad, el Señor se le aparece de nuevo y confirma su pacto con él: Sarai dará a luz a un hijo que será llamado Isaac y la casa de Abraham deberá, a partir de entonces,  circuncidarse. Entonces le dice que no se llamará Abram sino Abraham y, dirigiéndose a Saraí, le dice que ya no se llamará así más, sino que su nombre será  Sara. Finalmente, y en cuanto a Ismael, dice que engendrará doce príncipes, que se convertirán en una gran nación.

Después de esto  encontramos a Abran intercediendo  por Sodoma, situación de la que hablamos la semana pasada.

El SACRIFICIO DE ISAAC. El personaje de Abraham es conocido por el relato del   sacrificio de su hijo Isaac  a Dios  Génesis 22:1-19;. Algún tiempo después del nacimiento de Isaac, el Señor ordenó a Abraham que le ofreciera a su hijo en sacrificio en la región de  Moriah.

(Imagen) La así llamada “Roca Fundacional”,   sitio donde diferentes religiones monoteístas sostienen tuvo lugar la prueba de la fe de Abraham mediante el sacrificio de su hijo. Allí se encuentra hoy el  Domo de la Roca.

Últimos años. Sara murió a los ciento veintisiete años de edad y fue enterrada en la Caverna de los patriarcas cerca de Hebrón, que Abraham había comprado a Efrón el jeteo, junto con el campo adyacente. Abraham, recordando por este hecho, probablemente, su propia ancianidad, y la consecuente incertidumbre de su vida, procura asegurar una alianza entre Isaac y una rama femenina de su propia familia. Su siervo (tradicionalmente identificado con Eliezer) fue enviado entonces a  Mesopotamia, para encontrar entre la parentela de Abraham a una mujer para su hijo Isaac. Eliezer marchó a realizar el encargo con prudencia, y regresó con Re beca, hija de Betuel, nieta de  Nacor, y, en consecuencia, sobrina-nieta de Abraham y sobrina segunda de Isaac. Muchos comentaristas bíblicos creen que Rebeca era aún una niña cuando se casó con Isaac, mientras que Isaac tenía cuarenta años.

Abraham vivió bastante tiempo después de estos acontecimientos. Tras la muerte de Sara, tomó otra esposa llamada Cetura y tuvo con ella seis hijos, Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa.  Abraham murió a los ciento setenta y cinco años de edad. Fue enterrado en Hebrón junto con su mujer y el resto de su familia   Sara, Isaac, Jacob, Rebeca y Lea  en lo que se conoce como Tumba de los Patriarcas (Macpela); los restos del patriarca fueron depositados junto a aquellos de su amada Sara.

II   ABRAHAM Y SU FE.     ¿Qué tuvo de especial la fe de Abraham? ¿De qué forma demostró Abraham su fe, y qué lecciones podemos aprender de esto? Abraham fue un forastero y peregrino en la tierra de Canaán de la misma forma en que los cristianos en la actualidad son extranjeros en los caminos del mundo.

El apóstol Pablo escribió acerca de la fe de Abraham en Romanos 4:3: “Porque, ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia”.  Esta cita es de Génesis 15:6. ¿A cuál ejemplo de fe se estaba refiriendo Pablo?  La respuesta está en Génesis 15:4-6: “Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.  5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.  6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”.

Esta fe extraordinaria, inamovible que Abraham tuvo en el poder y las promesas de Dios era lo que Pablo estaba recordando. “El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido” (Romanos 4:18-21).

Pablo recalcó que la fe  de Abraham no se debilitó por el hecho de que él casi tenía 100 años, él no era débil en la fe. Él era fuerte en la fe. La fe es una profunda convicción de que las palabras de Dios son verdad y de que Dios llevará a cabo todo lo que Él ha prometido. Abraham simplemente creyó que Dios haría lo que Él dijo.

La prueba de la fe de Abraham ¡La fe de Abraham fue probada! Hebreos 11:17; nos relata la prueba suprema de la fe de Abraham: “Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito,  18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia;  19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir” Hebreos 11:17-19; Abraham creyó que Dios podía levantar a Isaac de la muerte, si era que Dios no le perdonaba la vida a Isaac (Génesis 22).      Nada es demasiado difícil para Dios. Nada es imposible para Él. Esto es un ejemplo para nosotros hoy,  nuestra fe en Dios debe ser fuerte.

III SU OBEDIENCIA. “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.  2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.  3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.  4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. (Génesis 12:1-4;

Hebreos 11:8 nos dice qué fue lo extraordinario de esta partida: “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba”.

LA PROMESA.   Dios le prometió varias cosas a Abram si él obedecía y dejaba todo para seguirlo a Él (Gen. 12:1-3): Génesis 13:14-17;

*  Haré de ti una nación grande

*  Te bendeciré

*  Engrandeceré tu nombre

*  Serás bendición.

*  Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré.

*  En ti serán benditas todas las familias de la tierra.

Abraham partió, y el confió y creyó que Dios lo guiaría a él y a su familia en medio de ese territorio desconocido. No hubo preguntas ni dudas. Él  obedeció y mostró su fe al salir. Este fue un profundo acto de fe.

A través de los tiempos siempre han existidos hombres y mujeres obedientes al llamado del Señor. Pastores misioneros….

IV  SU ADORACIÓN.

Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a jehová, e invocó el nombre de jehová. Génesis 12:8;

3 y volvió por sus jornadas desde el negué hacia Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai,  4 al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de jehová. Génesis 13:3-4;

7 levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.  18 Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a jehová. Génesis 13:17-18;

9 y cuando llegaron al lugar que dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Génesis 22:9;

El altar era un lugar de adoración, era un lugar de sacrificio y ofrendas. Muchos hombres de Dios edificaron altares: Noé, Abraham, Jacob, Josué, Gedeón… Abraham era un adorador.

FE, OBEDIENCIA Y ADORACIÓN. Tres condiciones necesarias para agradar  a Dios.

III  ABRAHAM Y SU ENSEÑANZA PARA LOS CREYENTES  DE HOY

Abraham creció en fe hacia Dios y anticipó personalmente una recompensa espiritual. Hebreos 11:9-10 nos registra este proceso: Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”. Abraham, junto con otras personas de fe, anticipaba una ciudad permanente y una patria que vendrían: “Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra… Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad” (Hebreos 11:13-16). En la descendencia de Abraham serían bendecidas todas las naciones de la tierra. Somos bendecidos por medio de la simiente justa de Abraham, que es Jesucristo.

Nosotros también vivimos nuestra vida como extranjeros y peregrinos en esta tierra, esperando con paciencia y fe, que sea establecido el Reino de Dios en la tierra, gobernando desde Jerusalén. Nosotros también somos residentes temporales que desean una ciudad celestial mejor—una ciudad que llegará en el futuro.

El mensaje del evangelio llegó a Abraham.  Debemos recordar que las promesas que Dios le dio a Abraham se cumplen por medio de la fe. Abraham y sus descendientes, sus verdaderos descendentes que tienen fe, van a heredar las promesas que dios le hizo a Abraham. Como dice Romanos 4:13; “3 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe”.

Las promesas que le hicieron a Abraham son parte del mensaje del evangelio. Abraham escuchó y creyó en el evangelio. Gálatas 3:8 dice: “Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham”.

En el nuevo testamento se cita 80 veces  a Abraham. Pablo dice que los creyentes son verdaderos desciendes de Abraham Gálatas 3:6-9;

Génesis 15:6;  Dios aceptó a Abraham, pero no porque este haya llevado una vida perfecta, sino por el modo en que respondió a las promesas de Dios.   Este versículo fue citado tres veces en el N.T.  Para demostrar que la salvación por la fe no era nada nuevo (Rm.- 4:3; Gal. 3:6;  Santiago 2:23;)  Aun en el antiguo testamento, lo que Dios buscaba era fe, no perfección moral.

Abraham superó muchos obstáculos para cumplir el plan de Dios para su vida. Si hoy usted está frente a un obstáculo que le impide seguir a Dios, piense en algunas formas en que Él puede ayudarle a vencer ese obstáculo.  Abraham dejó una vida de comodidades para ir a Canaán sin saber lo que le esperaba. ¿Cree usted que Dios le pide hacer algo que parece difícil? Ore para recibir la fortaleza que le permita enfrentar el desafío.  Amen.